SISTEMA
ENDOCRINO
¿Alguna vez te has aburrido
como una mona en clase de química y te has preguntado qué tenía que ver la
química contigo? ¡Muchísimo! Tu cuerpo produce sus propias sustancias químicas
y las sutiliza para controlar determinadas funciones, y el principal sistema
que coordina esas sustancias se denomina sistema endocrino.
Aunque muy pocas veces
pensamos en el sistema endocrino, este influye sobre casi todas las células,
órganos y funciones del organismo. El sistema endocrino es fundamental para
regular el estado de ánimo, el crecimiento y el desarrollo, el funcionamiento
de los distintos tejidos y el metabolismo, así como la función sexual y los
procesos reproductores.
Generalmente el sistema
endocrino se encarga de procesos corporales que ocurren lentamente, como el
crecimiento celular. Los procesos más rápidos, como la respiración y el
movimiento corporal, están controlados por el sistema nervioso. Pero, a pesar
de que el nervioso y el endocrino son sistemas distintos, a menudo colaboran
para ayudar al organismo a funcionar adecuadamente.
¿Qué es el sistema endocrino?
Las piezas fundamentales de
sistema endocrino son las hormonas y las glándulas. En calidad de mensajeros
químicos del cuerpo, las hormonas transmiten información e instrucciones entre
conjuntos de células. Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas hormonas
diferentes, cada tipo de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre
determinadas células.
Una glándula es un
conjunto de células que fabrican y secretan (o segregan) sustancias. Las
glándulas seleccionan y extraen materiales de la sangre, los procesan y
secretan el producto químico resultante para que sea utilizado en otra parte
del cuerpo. Algunos tipos de glándulas liberan los productos que sintetizan en
áreas específicas del cuerpo. Por ejemplo, las glándulas exocrinas, como
las sudoríparas y las salivares, liberan secreciones sobre la piel o en el
interior de la boca. Sin embargo, las glándulas endocrinas liberan más
de 20 tipos de hormonas diferentes directamente en el torrente sanguíneo, desde
donde son transportadas a otras células y partes del cuerpo.
Las principales glándulas
que componen el sistema endocrino humano incluyen:
·
el hipotálamo
·
la hipófisis
·
la glándula tiroidea
·
las glándulas paratiroideas
·
las glándulas suprarrenales
·
la glándula pineal
·
las glándulas reproductoras (que incluyen los
ovarios y los testículos).
El hipotálamo
El hipotálamo, un
conjunto de células especializadas ubicado en la parte central inferior del
cerebro, es el principal nexo de unión entre los sistemas endocrino y nervioso.
Las células nerviosas del hipotálamo controlan el funcionamiento de la
hipófisis, segregando sustancias químicas que bien estimulan o bien inhiben las
secreciones hormonales de esta última glándula.
La hipófisis
A pesar de no ser mayor que
un guisante, la hipófisis, ubicada en la base del cerebro, justo debajo
del hipotálamo, se considera la parte más importante del sistema endocrino. Se
suele denominar la "glándula maestra" porque fabrica hormonas que
regulan el funcionamiento de otras glándulas endocrinas. La fabricación y
secreción de hormonas hipofisarias puede verse influida por factores como las
emociones y los cambios estacionales. A tal efecto, el hipotálamo envía
información procesada por el cerebro (como la temperatura medioambiental, los
patrones de exposición solar y los sentimientos) a la hipófisis.
La diminuta hipófisis se
divide en dos partes: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior El lóbulo
anterior regula la actividad de las glándulas tiroidea, suprarrenales y
reproductoras, y produce diversas hormonas, entre las que cabe destacar:
·
la hormona del crecimiento, que estimula el
crecimiento óseo y de otros tejidos corporales y desempeña un papel importante
en la utilización de los nutrientes y minerales
·
la prolactina, que activa la producción de leche en
las mujeres que dan el pecho
·
la tirotropina, que estimula a la glándula tiroidea
a producir hormonas tiroideas
·
la corticotropina, que estimula a las glándulas
suprarrenales a producir determinadas hormonas.
La hipófisis también
segrega endorfinas, unas sustancias químicas que actúan sobre el sistema
nervioso reduciendo la sensación de dolor. Además, la hipófisis segrega
hormonas que estimulan a los órganos reproductores a fabricar hormonas
sexuales. La hipófisis también controla la ovulación y el ciclo menstrual en
las mujeres.
El lóbulo posterior
de la hipófisis libera la hormona antidiurética, también denominada vasopresina,
que ayuda a controlar el equilibrio entre agua y sales minerales en el
organismo. El lóbulo posterior de la hipófisis también produce oxitocina,
que desencadena las contracciones uterinas necesarias para dar a luz.
La glándula tiroidea
La glándula tiroidea,
ubicada en la parte anterior e inferior del cuello, tiene forma de pajarita o
mariposa y produce las hormonas tiroideas tiroxina y triiodotironina.
Estas hormonas controlan la velocidad a la cual las células queman el
combustible de los alimentos para producir energía. La producción y liberación
de hormonas tiroideas está controlada por la tirotropina, secretada por
la hipófisis. Cuantas más hormonas tiroideas haya en el torrente sanguíneos de
una persona, más rápidamente ocurrirán las reacciones químicas que tienen lugar
en su organismo.
¿Por qué son tan
importantes las hormonas tiroideas? Por diversos motivos; por ejemplo, ayudan a
crecer y desarrollarse a los huesos de los niños y jóvenes y desempeñan un
papel fundamental en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso en los
niños.
Las glándulas paratiroideas
Pegadas a la glándula
tiroidea, hay cuatro glándulas diminutas que funcionan conjuntamente
denominadas glándulas paratiroideas. Liberan la hormona paratiroidea,
que regula la concentración de calcio en sangre con la ayuda de la calcitonina,
fabricada por la glándula tiroidea.
Los glándulas suprarrenales
En el cuerpo humano también
hay dos glándulas suprarrenales, de forma triangular, una encima de cada
riñón. Las glándulas suprarrenales constan de dos partes, cada una de las
cuales fabrica distintas hormonas y desempeña distintas funciones. La parte más
externa, la corteza suprarrenal, produce unas hormonas denominadas corticoesteroides,
que contribuyen a regular el equilibrio entre sales minerales y agua, la
respuesta al estrés, el metabolismo, el sistema inmunitario y el desarrollo y
la función sexuales. La parte más interna, la médula suprarrenal,
produce catecolaminas, como la adrenalina. También denominada
epinefrina, esta hormona eleva la tensión arterial y la frecuencia cardiaca en
situaciones de estrés.
La glándula pineal
La glándula pineal
se encuentra justo en centro del cerebro. Secreta melatonina, una
hormona que probablemente influye en que tengas sueño por las noches y te
despiertes por las mañanas.
Las gónadas
Las gónadas son la
principal fuente de hormonas sexuales. La mayoría de la gente no piensa en
ello, pero tanto los hombres como las mujeres tienen gónadas. En los hombres,
las gónadas masculinas, o testículos, se encuentran en el escroto.
Segregan unas hormonas denominadas andrógenos, la más importante de las
cuales es la testosterona. Estas hormonas indican a los chicos cuándo ha
llegado el momento de iniciar los cambios corporales asociados a la pubertad, incluyendo el
crecimiento del pene, el estirón, el cambio de voz y el crecimiento de la barba
y del vello púbico. En colaboración con otras hormonas secretadas por la
hipófisis, la testosterona también indica a los chicos cuándo ha llegado el
momento de producir esperma en los testículos.
Las gónadas femeninas, los ovarios,
se encuentran dentro de la pelvis. Producen ovocitos y secretan las hormonas
femeninas: el estrógeno y la progesterona. El estrógeno indica a
las chicas cuándo tienen que iniciar los cambios corporales asociados a la
pubertad. Durante esta etapa del desarrollo, a las chicas les crecen los senos,
empiezan a acumular grasa en caderas y muslos y experimentan un estirón. Tanto
el estrógeno como la progesterona participan también en la regulación del ciclo
menstrual y desempeñan un papel importante en el embarazo.
A pesar de que las
glándulas endocrinas son las principales productoras de hormonas, algunos
órganos que no forman parte del sistema endocrino -como el cerebro, el corazón,
los pulmones, los riñones, el hígado y la piel- también producen y segregan
hormonas. El páncreas forma parte tanto del sistema de secreción
hormonal como del digestivo porque también produce y secreta enzimas
digestivas. Este órgano produce dos hormonas importantes: la insulina y
el glucagón. Ambas colaboran para mantener una concentración estable de
glucosa, o azúcar, en sangre y para abastecer al cuerpo de suficiente
combustible para que produzca la energía que necesita y mantenga sus reservas
de energía.
Qué función desempeña el sistema endocrino?
Las hormonas, una vez
secretadas, circulan por el torrente sanguíneo desde la glándula endocrina
hasta las células diseñadas para recibir el mensaje de que aquellas son
portadoras. Estas células se denominan células diana. A lo largo de este
recorrido por el torrente sanguíneo, unas proteínas especiales se unen a
diversas hormonas. Estas proteínas actúan como portadoras, controlando la
cantidad de hormona disponible que debe interactuar con las células diana. Las
células diana tienen receptores en los que solo encajan hormonas específicas,
de modo que cada tipo de hormona se comunica solamente con un tipo específico
de células diana que posee receptores para esa hormona. Cuando una hormona
llega a su célula diana, se adhiere a los receptores específicos de esa célula
y la combinación de hormona-receptor transmite instrucciones químicas sobre el
funcionamiento interno de la célula.
Cuando las concentraciones
hormonales alcanzan el nivel normal, el sistema endocrino ayuda al cuerpo a
mantener esa concentración hormonal en sangre. Por ejemplo, si la glándula
tiroidea ha segregado una cantidad adecuada de hormonas tiroideas, la hipófisis
capta una concentración normal de esa hormona en el torrente sanguíneo y ajusta
en consonancia su liberación de tirotropina, la hormona hipofisiaria que
estimula a la glándula tiroidea a producir hormonas tiroideas.
Otro ejemplo de este
proceso lo encontramos en las glándulas paratiroideas. La hormona paratiroidea
incrementa la concentración de calcio en sangre. Cuando esta concentración
aumenta, las glándulas paratiroideas captan el cambio y, consecuentemente, reducen
la secreción de hormona paratiroidea. Este proceso de ajuste se denomina
sistema de retroalimentación negativa.
Problemas que pueden afectar al sistema endocrino
Un exceso o un defecto de
cualquier hormona pueden ser nocivos para el organismo. Por ejemplo, si la
hipófisis produce demasiada hormona del crecimiento, un adolescente puede
crecer demasiado. Pero, si produce demasiado poca, puede crecer de forma
insuficiente. Para tratar muchos trastornos endocrinos, generalmente lo que
hacen los médicos es controlar la producción de determinadas hormonas o bien
aportar, de forma suplementaria, las hormonas deficitarias mediante medicación.
Entre los principales trastornos hormonales, se encuentran los siguientes:
Insuficiencia
suprarrenal. Este trastorno ocurre cuando la corteza suprarrenal no produce
suficientes corticoesteroides. Entre los síntomas de la insuficiencia
suprarrenal se incluyen la debilidad, la fatiga, el dolor abdominal, las
náuseas, la deshidratación y los cambios en la piel. Los médicos tratan la
insuficiencia suprarrenal administrando medicamentos que contienen hormonas
corticoesteroides.
Diabetes tipo
1. Cuando el
páncreas no produce suficiente insulina, se desarrolla una diabetes tipo I,
antes conocida como diabetes juvenil. En los niños y jóvenes, esta enfermedad
suele estar provocada por un trastorno autoinmunitario en el cual determinadas
células del sistema inmunitario atacan y destruyen las células del páncreas que
producen insulina. Para controlar los niveles de azúcar en sangre y reducir el
riesgo de desarrollar complicaciones, los niños y jóvenes con este trastorno
necesitan inyectarse insulina regularmente.
Diabetes tipo
2. A diferencia
de la diabetes tipo 1, en la cual el organismo no puede producir cantidades
normales de insulina, en la diabetes tipo 2 el organismo no responde a la
insulina con normalidad. Los niños y jóvenes que padecen este trastorno son
proclives al sobrepeso. Algunos niños y jóvenes pueden controlar la
concentración de azúcar en sangre mediante cambios dietéticos, ejercicio y
medicación por vía oral, pero muchos necesitan inyectarse insulina, como en la
diabetes tipo 1.
Problemas
relacionados con la hormona del crecimiento. Un exceso de hormona del
crecimiento en niños y adolescentes que todavía están en proceso de crecimiento
determinará que sus huesos y otras partes del cuerpo crezcan excesivamente.
Este trastorno poco frecuente (a veces denominado "gigantismo") suele
estar causado por un tumor hipofisario y se puede tratar extirpando el tumor.
Contrariamente, cuando la hipófisis produce una cantidad insuficiente de
hormona del crecimiento, el niño o adolescente crecerá menos de lo normal. Los
médicos pueden tratar este problema con medicación.
Hipertiroidismo. El
hipertiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas
tiroideas en sangre es excesivamente alta. En los niños y jóvenes este
trastorno suele estar provocado por la enfermedad de Graves, un trastorno
autoinmunitario en el cual la glándula tiroidea está demasiado activa. Los
médicos suelen tratar el hipertiroidismo mediante medicación, cirugía o
radioterapia.
Hipotiroidismo. El
hipotiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas
tiroideas en sangre es anormalmente baja. Esta deficiencia de hormonas
tiroideas enlentece los procesos corporales y puede provocar fatiga, frecuencia
cardiaca anormalmente baja, piel seca, sobrepeso y estreñimiento. Los niños y
jóvenes con este trastorno también presentan retraso del crecimiento y alcanzan
la pubertad más tarde de lo normal. La tiroidtis de Hashimoto es un trastorno
del sistema inmunitario que suele provocar problemas en la glándula tiroidea,
limitando o impidiendo la producción de hormonas tiroideas. Los médicos suelen
tratar este problema con medicación.
Pubertad
precoz. Cuando las
hipófisis libera demasiado pronto las hormonas que estimulan a las gónadas a
producir hormonas sexuales, algunos niños presentan los cambios corporales
asociados a la pubertad a una edad anormalmente temprana. Esto recibe el nombre
de pubertad precoz. Los niños y adolescentes afectados por este trastorno se
pueden tratar con una medicación que les permitirá desarrollarse a un ritmo
normal.
SISTEMA
ENDOCRINO
¿Alguna vez te has aburrido
como una mona en clase de química y te has preguntado qué tenía que ver la
química contigo? ¡Muchísimo! Tu cuerpo produce sus propias sustancias químicas
y las sutiliza para controlar determinadas funciones, y el principal sistema
que coordina esas sustancias se denomina sistema endocrino.
Aunque muy pocas veces
pensamos en el sistema endocrino, este influye sobre casi todas las células,
órganos y funciones del organismo. El sistema endocrino es fundamental para
regular el estado de ánimo, el crecimiento y el desarrollo, el funcionamiento
de los distintos tejidos y el metabolismo, así como la función sexual y los
procesos reproductores.
Generalmente el sistema
endocrino se encarga de procesos corporales que ocurren lentamente, como el
crecimiento celular. Los procesos más rápidos, como la respiración y el
movimiento corporal, están controlados por el sistema nervioso. Pero, a pesar
de que el nervioso y el endocrino son sistemas distintos, a menudo colaboran
para ayudar al organismo a funcionar adecuadamente.
¿Qué es el sistema endocrino?
Las piezas fundamentales de
sistema endocrino son las hormonas y las glándulas. En calidad de mensajeros
químicos del cuerpo, las hormonas transmiten información e instrucciones entre
conjuntos de células. Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas hormonas
diferentes, cada tipo de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre
determinadas células.
Una glándula es un
conjunto de células que fabrican y secretan (o segregan) sustancias. Las
glándulas seleccionan y extraen materiales de la sangre, los procesan y
secretan el producto químico resultante para que sea utilizado en otra parte
del cuerpo. Algunos tipos de glándulas liberan los productos que sintetizan en
áreas específicas del cuerpo. Por ejemplo, las glándulas exocrinas, como
las sudoríparas y las salivares, liberan secreciones sobre la piel o en el
interior de la boca. Sin embargo, las glándulas endocrinas liberan más
de 20 tipos de hormonas diferentes directamente en el torrente sanguíneo, desde
donde son transportadas a otras células y partes del cuerpo.
Las principales glándulas
que componen el sistema endocrino humano incluyen:
·
el hipotálamo
·
la hipófisis
·
la glándula tiroidea
·
las glándulas paratiroideas
·
las glándulas suprarrenales
·
la glándula pineal
·
las glándulas reproductoras (que incluyen los
ovarios y los testículos).
El hipotálamo
El hipotálamo, un
conjunto de células especializadas ubicado en la parte central inferior del
cerebro, es el principal nexo de unión entre los sistemas endocrino y nervioso.
Las células nerviosas del hipotálamo controlan el funcionamiento de la
hipófisis, segregando sustancias químicas que bien estimulan o bien inhiben las
secreciones hormonales de esta última glándula.
La hipófisis
A pesar de no ser mayor que
un guisante, la hipófisis, ubicada en la base del cerebro, justo debajo
del hipotálamo, se considera la parte más importante del sistema endocrino. Se
suele denominar la "glándula maestra" porque fabrica hormonas que
regulan el funcionamiento de otras glándulas endocrinas. La fabricación y
secreción de hormonas hipofisarias puede verse influida por factores como las
emociones y los cambios estacionales. A tal efecto, el hipotálamo envía
información procesada por el cerebro (como la temperatura medioambiental, los
patrones de exposición solar y los sentimientos) a la hipófisis.
La diminuta hipófisis se
divide en dos partes: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior El lóbulo
anterior regula la actividad de las glándulas tiroidea, suprarrenales y
reproductoras, y produce diversas hormonas, entre las que cabe destacar:
·
la hormona del crecimiento, que estimula el
crecimiento óseo y de otros tejidos corporales y desempeña un papel importante
en la utilización de los nutrientes y minerales
·
la prolactina, que activa la producción de leche en
las mujeres que dan el pecho
·
la tirotropina, que estimula a la glándula tiroidea
a producir hormonas tiroideas
·
la corticotropina, que estimula a las glándulas
suprarrenales a producir determinadas hormonas.
La hipófisis también
segrega endorfinas, unas sustancias químicas que actúan sobre el sistema
nervioso reduciendo la sensación de dolor. Además, la hipófisis segrega
hormonas que estimulan a los órganos reproductores a fabricar hormonas
sexuales. La hipófisis también controla la ovulación y el ciclo menstrual en
las mujeres.
El lóbulo posterior
de la hipófisis libera la hormona antidiurética, también denominada vasopresina,
que ayuda a controlar el equilibrio entre agua y sales minerales en el
organismo. El lóbulo posterior de la hipófisis también produce oxitocina,
que desencadena las contracciones uterinas necesarias para dar a luz.
La glándula tiroidea
La glándula tiroidea,
ubicada en la parte anterior e inferior del cuello, tiene forma de pajarita o
mariposa y produce las hormonas tiroideas tiroxina y triiodotironina.
Estas hormonas controlan la velocidad a la cual las células queman el
combustible de los alimentos para producir energía. La producción y liberación
de hormonas tiroideas está controlada por la tirotropina, secretada por
la hipófisis. Cuantas más hormonas tiroideas haya en el torrente sanguíneos de
una persona, más rápidamente ocurrirán las reacciones químicas que tienen lugar
en su organismo.
¿Por qué son tan
importantes las hormonas tiroideas? Por diversos motivos; por ejemplo, ayudan a
crecer y desarrollarse a los huesos de los niños y jóvenes y desempeñan un
papel fundamental en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso en los
niños.
Las glándulas paratiroideas
Pegadas a la glándula
tiroidea, hay cuatro glándulas diminutas que funcionan conjuntamente
denominadas glándulas paratiroideas. Liberan la hormona paratiroidea,
que regula la concentración de calcio en sangre con la ayuda de la calcitonina,
fabricada por la glándula tiroidea.
Los glándulas suprarrenales
En el cuerpo humano también
hay dos glándulas suprarrenales, de forma triangular, una encima de cada
riñón. Las glándulas suprarrenales constan de dos partes, cada una de las
cuales fabrica distintas hormonas y desempeña distintas funciones. La parte más
externa, la corteza suprarrenal, produce unas hormonas denominadas corticoesteroides,
que contribuyen a regular el equilibrio entre sales minerales y agua, la
respuesta al estrés, el metabolismo, el sistema inmunitario y el desarrollo y
la función sexuales. La parte más interna, la médula suprarrenal,
produce catecolaminas, como la adrenalina. También denominada
epinefrina, esta hormona eleva la tensión arterial y la frecuencia cardiaca en
situaciones de estrés.
La glándula pineal
La glándula pineal
se encuentra justo en centro del cerebro. Secreta melatonina, una
hormona que probablemente influye en que tengas sueño por las noches y te
despiertes por las mañanas.
Las gónadas
Las gónadas son la
principal fuente de hormonas sexuales. La mayoría de la gente no piensa en
ello, pero tanto los hombres como las mujeres tienen gónadas. En los hombres,
las gónadas masculinas, o testículos, se encuentran en el escroto.
Segregan unas hormonas denominadas andrógenos, la más importante de las
cuales es la testosterona. Estas hormonas indican a los chicos cuándo ha
llegado el momento de iniciar los cambios corporales asociados a la pubertad, incluyendo el
crecimiento del pene, el estirón, el cambio de voz y el crecimiento de la barba
y del vello púbico. En colaboración con otras hormonas secretadas por la
hipófisis, la testosterona también indica a los chicos cuándo ha llegado el
momento de producir esperma en los testículos.
Las gónadas femeninas, los ovarios,
se encuentran dentro de la pelvis. Producen ovocitos y secretan las hormonas
femeninas: el estrógeno y la progesterona. El estrógeno indica a
las chicas cuándo tienen que iniciar los cambios corporales asociados a la
pubertad. Durante esta etapa del desarrollo, a las chicas les crecen los senos,
empiezan a acumular grasa en caderas y muslos y experimentan un estirón. Tanto
el estrógeno como la progesterona participan también en la regulación del ciclo
menstrual y desempeñan un papel importante en el embarazo.
A pesar de que las
glándulas endocrinas son las principales productoras de hormonas, algunos
órganos que no forman parte del sistema endocrino -como el cerebro, el corazón,
los pulmones, los riñones, el hígado y la piel- también producen y segregan
hormonas. El páncreas forma parte tanto del sistema de secreción
hormonal como del digestivo porque también produce y secreta enzimas
digestivas. Este órgano produce dos hormonas importantes: la insulina y
el glucagón. Ambas colaboran para mantener una concentración estable de
glucosa, o azúcar, en sangre y para abastecer al cuerpo de suficiente
combustible para que produzca la energía que necesita y mantenga sus reservas
de energía.
Qué función desempeña el sistema endocrino?
Las hormonas, una vez
secretadas, circulan por el torrente sanguíneo desde la glándula endocrina
hasta las células diseñadas para recibir el mensaje de que aquellas son
portadoras. Estas células se denominan células diana. A lo largo de este
recorrido por el torrente sanguíneo, unas proteínas especiales se unen a
diversas hormonas. Estas proteínas actúan como portadoras, controlando la
cantidad de hormona disponible que debe interactuar con las células diana. Las
células diana tienen receptores en los que solo encajan hormonas específicas,
de modo que cada tipo de hormona se comunica solamente con un tipo específico
de células diana que posee receptores para esa hormona. Cuando una hormona
llega a su célula diana, se adhiere a los receptores específicos de esa célula
y la combinación de hormona-receptor transmite instrucciones químicas sobre el
funcionamiento interno de la célula.
Cuando las concentraciones
hormonales alcanzan el nivel normal, el sistema endocrino ayuda al cuerpo a
mantener esa concentración hormonal en sangre. Por ejemplo, si la glándula
tiroidea ha segregado una cantidad adecuada de hormonas tiroideas, la hipófisis
capta una concentración normal de esa hormona en el torrente sanguíneo y ajusta
en consonancia su liberación de tirotropina, la hormona hipofisiaria que
estimula a la glándula tiroidea a producir hormonas tiroideas.
Otro ejemplo de este
proceso lo encontramos en las glándulas paratiroideas. La hormona paratiroidea
incrementa la concentración de calcio en sangre. Cuando esta concentración
aumenta, las glándulas paratiroideas captan el cambio y, consecuentemente, reducen
la secreción de hormona paratiroidea. Este proceso de ajuste se denomina
sistema de retroalimentación negativa.
Problemas que pueden afectar al sistema endocrino
Un exceso o un defecto de
cualquier hormona pueden ser nocivos para el organismo. Por ejemplo, si la
hipófisis produce demasiada hormona del crecimiento, un adolescente puede
crecer demasiado. Pero, si produce demasiado poca, puede crecer de forma
insuficiente. Para tratar muchos trastornos endocrinos, generalmente lo que
hacen los médicos es controlar la producción de determinadas hormonas o bien
aportar, de forma suplementaria, las hormonas deficitarias mediante medicación.
Entre los principales trastornos hormonales, se encuentran los siguientes:
Insuficiencia
suprarrenal. Este trastorno ocurre cuando la corteza suprarrenal no produce
suficientes corticoesteroides. Entre los síntomas de la insuficiencia
suprarrenal se incluyen la debilidad, la fatiga, el dolor abdominal, las
náuseas, la deshidratación y los cambios en la piel. Los médicos tratan la
insuficiencia suprarrenal administrando medicamentos que contienen hormonas
corticoesteroides.
Diabetes tipo
1. Cuando el
páncreas no produce suficiente insulina, se desarrolla una diabetes tipo I,
antes conocida como diabetes juvenil. En los niños y jóvenes, esta enfermedad
suele estar provocada por un trastorno autoinmunitario en el cual determinadas
células del sistema inmunitario atacan y destruyen las células del páncreas que
producen insulina. Para controlar los niveles de azúcar en sangre y reducir el
riesgo de desarrollar complicaciones, los niños y jóvenes con este trastorno
necesitan inyectarse insulina regularmente.
Diabetes tipo
2. A diferencia
de la diabetes tipo 1, en la cual el organismo no puede producir cantidades
normales de insulina, en la diabetes tipo 2 el organismo no responde a la
insulina con normalidad. Los niños y jóvenes que padecen este trastorno son
proclives al sobrepeso. Algunos niños y jóvenes pueden controlar la
concentración de azúcar en sangre mediante cambios dietéticos, ejercicio y
medicación por vía oral, pero muchos necesitan inyectarse insulina, como en la
diabetes tipo 1.
Problemas
relacionados con la hormona del crecimiento. Un exceso de hormona del
crecimiento en niños y adolescentes que todavía están en proceso de crecimiento
determinará que sus huesos y otras partes del cuerpo crezcan excesivamente.
Este trastorno poco frecuente (a veces denominado "gigantismo") suele
estar causado por un tumor hipofisario y se puede tratar extirpando el tumor.
Contrariamente, cuando la hipófisis produce una cantidad insuficiente de
hormona del crecimiento, el niño o adolescente crecerá menos de lo normal. Los
médicos pueden tratar este problema con medicación.
Hipertiroidismo. El
hipertiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas
tiroideas en sangre es excesivamente alta. En los niños y jóvenes este
trastorno suele estar provocado por la enfermedad de Graves, un trastorno
autoinmunitario en el cual la glándula tiroidea está demasiado activa. Los
médicos suelen tratar el hipertiroidismo mediante medicación, cirugía o
radioterapia.
Hipotiroidismo. El
hipotiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas
tiroideas en sangre es anormalmente baja. Esta deficiencia de hormonas
tiroideas enlentece los procesos corporales y puede provocar fatiga, frecuencia
cardiaca anormalmente baja, piel seca, sobrepeso y estreñimiento. Los niños y
jóvenes con este trastorno también presentan retraso del crecimiento y alcanzan
la pubertad más tarde de lo normal. La tiroidtis de Hashimoto es un trastorno
del sistema inmunitario que suele provocar problemas en la glándula tiroidea,
limitando o impidiendo la producción de hormonas tiroideas. Los médicos suelen
tratar este problema con medicación.
Pubertad
precoz. Cuando las
hipófisis libera demasiado pronto las hormonas que estimulan a las gónadas a
producir hormonas sexuales, algunos niños presentan los cambios corporales
asociados a la pubertad a una edad anormalmente temprana. Esto recibe el nombre
de pubertad precoz. Los niños y adolescentes afectados por este trastorno se
pueden tratar con una medicación que les permitirá desarrollarse a un ritmo
normal.
SISTEMA
ENDOCRINO
¿Alguna vez te has aburrido
como una mona en clase de química y te has preguntado qué tenía que ver la
química contigo? ¡Muchísimo! Tu cuerpo produce sus propias sustancias químicas
y las sutiliza para controlar determinadas funciones, y el principal sistema
que coordina esas sustancias se denomina sistema endocrino.
Aunque muy pocas veces
pensamos en el sistema endocrino, este influye sobre casi todas las células,
órganos y funciones del organismo. El sistema endocrino es fundamental para
regular el estado de ánimo, el crecimiento y el desarrollo, el funcionamiento
de los distintos tejidos y el metabolismo, así como la función sexual y los
procesos reproductores.
Generalmente el sistema
endocrino se encarga de procesos corporales que ocurren lentamente, como el
crecimiento celular. Los procesos más rápidos, como la respiración y el
movimiento corporal, están controlados por el sistema nervioso. Pero, a pesar
de que el nervioso y el endocrino son sistemas distintos, a menudo colaboran
para ayudar al organismo a funcionar adecuadamente.
¿Qué es el sistema endocrino?
Las piezas fundamentales de
sistema endocrino son las hormonas y las glándulas. En calidad de mensajeros
químicos del cuerpo, las hormonas transmiten información e instrucciones entre
conjuntos de células. Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas hormonas
diferentes, cada tipo de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre
determinadas células.
Una glándula es un
conjunto de células que fabrican y secretan (o segregan) sustancias. Las
glándulas seleccionan y extraen materiales de la sangre, los procesan y
secretan el producto químico resultante para que sea utilizado en otra parte
del cuerpo. Algunos tipos de glándulas liberan los productos que sintetizan en
áreas específicas del cuerpo. Por ejemplo, las glándulas exocrinas, como
las sudoríparas y las salivares, liberan secreciones sobre la piel o en el
interior de la boca. Sin embargo, las glándulas endocrinas liberan más
de 20 tipos de hormonas diferentes directamente en el torrente sanguíneo, desde
donde son transportadas a otras células y partes del cuerpo.
Las principales glándulas
que componen el sistema endocrino humano incluyen:
·
el hipotálamo
·
la hipófisis
·
la glándula tiroidea
·
las glándulas paratiroideas
·
las glándulas suprarrenales
·
la glándula pineal
·
las glándulas reproductoras (que incluyen los
ovarios y los testículos).
El hipotálamo
El hipotálamo, un
conjunto de células especializadas ubicado en la parte central inferior del
cerebro, es el principal nexo de unión entre los sistemas endocrino y nervioso.
Las células nerviosas del hipotálamo controlan el funcionamiento de la
hipófisis, segregando sustancias químicas que bien estimulan o bien inhiben las
secreciones hormonales de esta última glándula.
La hipófisis
A pesar de no ser mayor que
un guisante, la hipófisis, ubicada en la base del cerebro, justo debajo
del hipotálamo, se considera la parte más importante del sistema endocrino. Se
suele denominar la "glándula maestra" porque fabrica hormonas que
regulan el funcionamiento de otras glándulas endocrinas. La fabricación y
secreción de hormonas hipofisarias puede verse influida por factores como las
emociones y los cambios estacionales. A tal efecto, el hipotálamo envía
información procesada por el cerebro (como la temperatura medioambiental, los
patrones de exposición solar y los sentimientos) a la hipófisis.
La diminuta hipófisis se
divide en dos partes: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior El lóbulo
anterior regula la actividad de las glándulas tiroidea, suprarrenales y
reproductoras, y produce diversas hormonas, entre las que cabe destacar:
·
la hormona del crecimiento, que estimula el
crecimiento óseo y de otros tejidos corporales y desempeña un papel importante
en la utilización de los nutrientes y minerales
·
la prolactina, que activa la producción de leche en
las mujeres que dan el pecho
·
la tirotropina, que estimula a la glándula tiroidea
a producir hormonas tiroideas
·
la corticotropina, que estimula a las glándulas
suprarrenales a producir determinadas hormonas.
La hipófisis también
segrega endorfinas, unas sustancias químicas que actúan sobre el sistema
nervioso reduciendo la sensación de dolor. Además, la hipófisis segrega
hormonas que estimulan a los órganos reproductores a fabricar hormonas
sexuales. La hipófisis también controla la ovulación y el ciclo menstrual en
las mujeres.
El lóbulo posterior
de la hipófisis libera la hormona antidiurética, también denominada vasopresina,
que ayuda a controlar el equilibrio entre agua y sales minerales en el
organismo. El lóbulo posterior de la hipófisis también produce oxitocina,
que desencadena las contracciones uterinas necesarias para dar a luz.
La glándula tiroidea
La glándula tiroidea,
ubicada en la parte anterior e inferior del cuello, tiene forma de pajarita o
mariposa y produce las hormonas tiroideas tiroxina y triiodotironina.
Estas hormonas controlan la velocidad a la cual las células queman el
combustible de los alimentos para producir energía. La producción y liberación
de hormonas tiroideas está controlada por la tirotropina, secretada por
la hipófisis. Cuantas más hormonas tiroideas haya en el torrente sanguíneos de
una persona, más rápidamente ocurrirán las reacciones químicas que tienen lugar
en su organismo.
¿Por qué son tan
importantes las hormonas tiroideas? Por diversos motivos; por ejemplo, ayudan a
crecer y desarrollarse a los huesos de los niños y jóvenes y desempeñan un
papel fundamental en el desarrollo del cerebro y del sistema nervioso en los
niños.
Las glándulas paratiroideas
Pegadas a la glándula
tiroidea, hay cuatro glándulas diminutas que funcionan conjuntamente
denominadas glándulas paratiroideas. Liberan la hormona paratiroidea,
que regula la concentración de calcio en sangre con la ayuda de la calcitonina,
fabricada por la glándula tiroidea.
Los glándulas suprarrenales
En el cuerpo humano también
hay dos glándulas suprarrenales, de forma triangular, una encima de cada
riñón. Las glándulas suprarrenales constan de dos partes, cada una de las
cuales fabrica distintas hormonas y desempeña distintas funciones. La parte más
externa, la corteza suprarrenal, produce unas hormonas denominadas corticoesteroides,
que contribuyen a regular el equilibrio entre sales minerales y agua, la
respuesta al estrés, el metabolismo, el sistema inmunitario y el desarrollo y
la función sexuales. La parte más interna, la médula suprarrenal,
produce catecolaminas, como la adrenalina. También denominada
epinefrina, esta hormona eleva la tensión arterial y la frecuencia cardiaca en
situaciones de estrés.
La glándula pineal
La glándula pineal
se encuentra justo en centro del cerebro. Secreta melatonina, una
hormona que probablemente influye en que tengas sueño por las noches y te
despiertes por las mañanas.
Las gónadas
Las gónadas son la
principal fuente de hormonas sexuales. La mayoría de la gente no piensa en
ello, pero tanto los hombres como las mujeres tienen gónadas. En los hombres,
las gónadas masculinas, o testículos, se encuentran en el escroto.
Segregan unas hormonas denominadas andrógenos, la más importante de las
cuales es la testosterona. Estas hormonas indican a los chicos cuándo ha
llegado el momento de iniciar los cambios corporales asociados a la pubertad, incluyendo el
crecimiento del pene, el estirón, el cambio de voz y el crecimiento de la barba
y del vello púbico. En colaboración con otras hormonas secretadas por la
hipófisis, la testosterona también indica a los chicos cuándo ha llegado el
momento de producir esperma en los testículos.
Las gónadas femeninas, los ovarios,
se encuentran dentro de la pelvis. Producen ovocitos y secretan las hormonas
femeninas: el estrógeno y la progesterona. El estrógeno indica a
las chicas cuándo tienen que iniciar los cambios corporales asociados a la
pubertad. Durante esta etapa del desarrollo, a las chicas les crecen los senos,
empiezan a acumular grasa en caderas y muslos y experimentan un estirón. Tanto
el estrógeno como la progesterona participan también en la regulación del ciclo
menstrual y desempeñan un papel importante en el embarazo.
A pesar de que las
glándulas endocrinas son las principales productoras de hormonas, algunos
órganos que no forman parte del sistema endocrino -como el cerebro, el corazón,
los pulmones, los riñones, el hígado y la piel- también producen y segregan
hormonas. El páncreas forma parte tanto del sistema de secreción
hormonal como del digestivo porque también produce y secreta enzimas
digestivas. Este órgano produce dos hormonas importantes: la insulina y
el glucagón. Ambas colaboran para mantener una concentración estable de
glucosa, o azúcar, en sangre y para abastecer al cuerpo de suficiente
combustible para que produzca la energía que necesita y mantenga sus reservas
de energía.
Qué función desempeña el sistema endocrino?
Las hormonas, una vez
secretadas, circulan por el torrente sanguíneo desde la glándula endocrina
hasta las células diseñadas para recibir el mensaje de que aquellas son
portadoras. Estas células se denominan células diana. A lo largo de este
recorrido por el torrente sanguíneo, unas proteínas especiales se unen a
diversas hormonas. Estas proteínas actúan como portadoras, controlando la
cantidad de hormona disponible que debe interactuar con las células diana. Las
células diana tienen receptores en los que solo encajan hormonas específicas,
de modo que cada tipo de hormona se comunica solamente con un tipo específico
de células diana que posee receptores para esa hormona. Cuando una hormona
llega a su célula diana, se adhiere a los receptores específicos de esa célula
y la combinación de hormona-receptor transmite instrucciones químicas sobre el
funcionamiento interno de la célula.
Cuando las concentraciones
hormonales alcanzan el nivel normal, el sistema endocrino ayuda al cuerpo a
mantener esa concentración hormonal en sangre. Por ejemplo, si la glándula
tiroidea ha segregado una cantidad adecuada de hormonas tiroideas, la hipófisis
capta una concentración normal de esa hormona en el torrente sanguíneo y ajusta
en consonancia su liberación de tirotropina, la hormona hipofisiaria que
estimula a la glándula tiroidea a producir hormonas tiroideas.
Otro ejemplo de este
proceso lo encontramos en las glándulas paratiroideas. La hormona paratiroidea
incrementa la concentración de calcio en sangre. Cuando esta concentración
aumenta, las glándulas paratiroideas captan el cambio y, consecuentemente, reducen
la secreción de hormona paratiroidea. Este proceso de ajuste se denomina
sistema de retroalimentación negativa.
Problemas que pueden afectar al sistema endocrino
Un exceso o un defecto de
cualquier hormona pueden ser nocivos para el organismo. Por ejemplo, si la
hipófisis produce demasiada hormona del crecimiento, un adolescente puede
crecer demasiado. Pero, si produce demasiado poca, puede crecer de forma
insuficiente. Para tratar muchos trastornos endocrinos, generalmente lo que
hacen los médicos es controlar la producción de determinadas hormonas o bien
aportar, de forma suplementaria, las hormonas deficitarias mediante medicación.
Entre los principales trastornos hormonales, se encuentran los siguientes:
Insuficiencia
suprarrenal. Este trastorno ocurre cuando la corteza suprarrenal no produce
suficientes corticoesteroides. Entre los síntomas de la insuficiencia
suprarrenal se incluyen la debilidad, la fatiga, el dolor abdominal, las
náuseas, la deshidratación y los cambios en la piel. Los médicos tratan la
insuficiencia suprarrenal administrando medicamentos que contienen hormonas
corticoesteroides.
Diabetes tipo
1. Cuando el
páncreas no produce suficiente insulina, se desarrolla una diabetes tipo I,
antes conocida como diabetes juvenil. En los niños y jóvenes, esta enfermedad
suele estar provocada por un trastorno autoinmunitario en el cual determinadas
células del sistema inmunitario atacan y destruyen las células del páncreas que
producen insulina. Para controlar los niveles de azúcar en sangre y reducir el
riesgo de desarrollar complicaciones, los niños y jóvenes con este trastorno
necesitan inyectarse insulina regularmente.
Diabetes tipo
2. A diferencia
de la diabetes tipo 1, en la cual el organismo no puede producir cantidades
normales de insulina, en la diabetes tipo 2 el organismo no responde a la
insulina con normalidad. Los niños y jóvenes que padecen este trastorno son
proclives al sobrepeso. Algunos niños y jóvenes pueden controlar la
concentración de azúcar en sangre mediante cambios dietéticos, ejercicio y
medicación por vía oral, pero muchos necesitan inyectarse insulina, como en la
diabetes tipo 1.
Problemas
relacionados con la hormona del crecimiento. Un exceso de hormona del
crecimiento en niños y adolescentes que todavía están en proceso de crecimiento
determinará que sus huesos y otras partes del cuerpo crezcan excesivamente.
Este trastorno poco frecuente (a veces denominado "gigantismo") suele
estar causado por un tumor hipofisario y se puede tratar extirpando el tumor.
Contrariamente, cuando la hipófisis produce una cantidad insuficiente de
hormona del crecimiento, el niño o adolescente crecerá menos de lo normal. Los
médicos pueden tratar este problema con medicación.
Hipertiroidismo. El
hipertiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas
tiroideas en sangre es excesivamente alta. En los niños y jóvenes este
trastorno suele estar provocado por la enfermedad de Graves, un trastorno
autoinmunitario en el cual la glándula tiroidea está demasiado activa. Los
médicos suelen tratar el hipertiroidismo mediante medicación, cirugía o
radioterapia.
Hipotiroidismo. El
hipotiroidismo es un trastorno en el cual la concentración de hormonas
tiroideas en sangre es anormalmente baja. Esta deficiencia de hormonas
tiroideas enlentece los procesos corporales y puede provocar fatiga, frecuencia
cardiaca anormalmente baja, piel seca, sobrepeso y estreñimiento. Los niños y
jóvenes con este trastorno también presentan retraso del crecimiento y alcanzan
la pubertad más tarde de lo normal. La tiroidtis de Hashimoto es un trastorno
del sistema inmunitario que suele provocar problemas en la glándula tiroidea,
limitando o impidiendo la producción de hormonas tiroideas. Los médicos suelen
tratar este problema con medicación.
Pubertad
precoz. Cuando las
hipófisis libera demasiado pronto las hormonas que estimulan a las gónadas a
producir hormonas sexuales, algunos niños presentan los cambios corporales
asociados a la pubertad a una edad anormalmente temprana. Esto recibe el nombre
de pubertad precoz. Los niños y adolescentes afectados por este trastorno se
pueden tratar con una medicación que les permitirá desarrollarse a un ritmo
normal.
TIPO DE HORMONA
|
CUERPO BLANCO
|
QUIEN LA PRODUCE
|
FUNCION
|
Tiroxina
|
General
|
La Glándula
tiroides y paratiroideas
|
Se encarga de
regular el metabolismo del calcio y del fosforo
|
progesterona
|
Útero, glándulas
mamarias
|
En el ovario
|
regula ciclos
menstruales
|
postaglandinas
|
Útero
|
Vesícula seminal
|
contracciones
uterinas
|
Gonadotropina
coriónica
|
Gónadas
|
La placenta
|
Ayuda a mantener
el embarazo continuo
|
Lactógeno
placentario
|
General
|
placenta
|
Produce los
efectos de prolactina
|
relaxina
|
Pelvis
|
Ovario, placenta
|
Ayuda a relajar
los ligamentos pélvicos
|
melatonina
|
Gónadas
|
Glándula pinial
|
Inhibir la
función ovárica
|
insulina
|
General
|
Células beta de
Langenhans
|
Aumenta el uso de
glucosa, reduce el azucar de la sangre, aumenta metabolismo de la glucosa
|
glucagon
|
Hígado y tejido
adiposo
|
Células alfa de
Langenhans
|
Estimulantes de
la conversión del glucógeno hepático
|
secretina
|
Páncreas
|
Mucosa duodenal
|
Estimulante de
secresión de jugo pancreático
|
estradiol
|
General, útero
|
Células
revestidoras del folículo ovárico
|
Estrógeno,
estimula y mantiene caracteres sexuales femeninos
|
colecistocinina
|
Hígado
|
Mucosa duodenal
|
secreta la bilis
por la vesícula biliar
|
noeadrenalina
|
Músculo,
cardiaco, vasos sanguíneos, hígado y tejido adiposo
|
Médula suprarenal
|
Constriñir los
vasos suprarenales
|
cortison
|
General
|
Corteza
suprarenal
|
convierte las
proteínas en hidratos de carbono
|
Hormona
aldosterona
|
General
|
Corteza
suprarenal
|
Regula
metabolismo de sodio y potasio
|
pancreocimina
|
Hígado
|
Mucosa duodenal
|
Estimula
liberación
|
Hormona del crecimiento
|
General
|
Hipófisis
anterior
|
regula
crecimiento de los huesos, modifica hidratos de carbono, proteínas
|
Tirotropina(TSH)
|
Tiroides
|
Hipófisis
anterior
|
Estimula el
tiroides y la producción de tiroxina
|
Adrenocorticotropina
|
Corteza
suprarenal
|
Hipófisis
anterior
|
Produce las
hormonas de la corteza suprarenal
|
Hormona
luteinisante (LH)
|
Gónadas
|
Hipófisis
anterior
|
Ayuda a la
producción y liberación de estrógeno
|
Prolactina (LTH)
|
Glándulas
mamarias
|
Hipófisis
anterior
|
Ayuda a producir
leche
|
oxitocina
|
Glándulas
mamarias
|
Hipotálamo(via
hipófisis posterior)
|
Estimula
contracciones de músculos uterinos y secresión de leche
|
sopresina
|
Riñones
|
Hipotálamo(hipófisis
posterior)
|
Ayuda a contraer
músculos lisos,
|
Testosterona
|
General, en las
estructuras reproductoras
|
Células
intersticiales del testículo
|
Estimula a los
caracteres sexuales masculinos
|
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